No tan estoico (durante un minuto y medio)

Ayer anduve pensando en Séneca, en lo poco que lo conozco: el tipo era cordobés, de la Hispania romana, muy erudito, vox populi en los pasillos del senado y en las escaleras del circo, hay mambos muy chungos con Claudio, Calígula y Nerón.

Mis intentos de estoicismo desconocen la historia de ciertos manuales que hoy son un must en algunos sectores del ¨pensamiento positivo¨, digamos que ¨la moda¨ suena a propuesta o sarasa si nos remontamos a las premisas esenciales del budismo.

Cómo sea, en medio de un despiste, uno puede tenderse al sol y sentir que nutre, sin dejar que queme,  esperando a que se seque el buzo y, en esa antesala, captar la humedad en el jabón industrial con aroma a lavandas, la caricia de un céfiro que trae a la memoria a un personaje que dio pasos muy inciertos en la Historia.

 

© Nicolás García Sáez