Aire

Hay un zumbido interestelar en los drones que transitan el territorio del desierto. Nada, nunca, nadie ha visto los horizontes del Gigante con pies de pájaro. Hoy fueron varios los asteroides que se estrellaron contra el pantano y el barro. Hay sueños recurrentes que llevaron hasta los brazos del lago de colores sabios, la antesala del oasis. Los drones volaron con el gigante y los pájaros se dieron la mano con los satélites. El firmamento sostuvo todo al comienzo del camino.

Texto cronometrado: ©Nicolás García Sáez