Cuando abrimos Sátira y Musa, cumplimos el sueño del pibe al contar con un Dream Team para estrenar el primer catálogo. Cuando inauguramos Oliverio, mi segunda editorial independiente, todo fue un poco más expeditivo y sencillo, amén de ser una proeza (¿alguien mencionó a Fitzcarraldo?) el armado y la distribución de dos catálogos en tiempo récord y en ser la primera en el mundo que, durante largos meses, abrió sus puertas dentro de todo aquel bodrio del monotema covídico y su cuarentena medieval.
En ambas editoriales hay plumas de primerísima línea, prologuistas, traductoras, diseñadores, autoras noveles. En el medio, y en el blog Verdeplatónico, mítica trinchera, cientos de colaboradores dejaron y siguen aportando su huella magnífica. Todo está interconectado en una Gran Constelación. Gracias a todos ellos, a todas ellas, pude estudiar, aprender y crecer como editor. Quien nos lee hace años, sabe muy bien que todo el contenido se produce en casa, cien por ciento inédito. Ahí mismo, cada tanto, el bisturí retoca algún párrafo, pero más que nada alguna coma, algún adjetivo. La tarea siempre es permitida, agradable, lo mínimo e indispensable para evitar alguna cacofonía, por ejemplo.
En el blog de Los Verdes Platónicos se publicaron alrededor de 600 textos (los datos están ahí) muchos de ellos editados. Decenas de esos escritos son de participantes aficionados y aficionadas que quisieron ver de qué se trataba publicar en un espacio concurrido. Aquí, en este último grupo, pongo un ápice la lupa para manifestar, en el recuerdo, mi algarabía al notar que un horror de ortografía se transformaba, con una letra o una palabra, en un mundo de posibilidades.
Así las cosas… ¿Tenés por ahí algún texto bebiendo de las sombras, con ganas de asomarse a la luz de algún paisaje apocalíptico? ¿Te gustaría que ese texto soñado sea el pan tibio entre las manos, anunciando tu nuevo amanecer como escritor? Te puedo sugerir una coma, dos puntos, cambiar un adjetivo o un párrafo larguísimo, si es menester, luego es tu punto de vista el que guía su propia película.
Cupos limitados. Más data en el flyer
©Nicolás García Sáez