Ella estudió durante mucho tiempo la lengua de Shakespeare y leyó, escuchando con sus dedos, a varios clásicos modernos de la literatura mundial. A él le gustan el jazz, el funky y sueña con ser profesor de música: toca la batería, el piano, el cajón flamenco y forma parte de una big band. Ella tiene 32, el tiene 29 y los dos son catalanes. Montserrat U. y David V. trabajan en la recepción telefónica del Departament d’Ensenyament de Barcelona. Monste trabaja allí desde hace 14 años y David desde hace sólo dos.
Montserrat y David son invidentes y desarrollan su trabajo como un proceso de enseñanza auditiva, navegando en el mar de las sutilezas y desembarcando con su oficio en la intuición. “En este trabajo, si quieres, aprendes muchas cosas; esta tarea es mucho más que atender el teléfono. Hay que encontrar todo el tiempo un equilibrio para dejar conforme a las personas que llaman y a los destinatarios de esas llamadas”.
Las voces de estos dos jóvenes funcionan como tarjetas de presentación del departamento, la puerta de entrada a consultas, pedidos y confirmaciones. “este trabajo es una tarea que conlleva su importancia a nivel de imagen. En cada llamada entra en juego tu capacidad de reacción; por el tono de voz ya nos damos cuenta de quién sabe lo que quiere, quien no quiere perder el tiempo, sabes a quien puedes hacerle algún chiste, o quien está nervioso o preocupado; a veces llama gente que nos hace responsables de sus problemas porque somos las primeras personas con las que se encuentran”. Montse y David disfrutan trabajando juntos, ríen, se escuchan, bromean entre ellos y sus compañeros de oficina. Desarrollan su oficio con una operadora normal y otra adaptada que señala el estado de conexión y proporciona la información que recibe el aparato principal.
© Nicolás García Sáez / Texto y foto
Trabajar en BCN / Diario ¨Metro¨
Año 2004 / Barcelona
Ejemplar impreso a disposición del/la interesado/a
